viernes, 29 de agosto de 2014

¡Empieza!

Esta entrada se llama "¡Empezamos!" pero en realidad sería más acertado decir "¡continúa!" porque eso es lo que hago, continuar buscando la manera de ser madre.

Hoy es un día triste porque las dos parejas que aguardaban corazón en puño la resolución judicial en Etiopía han perdido finalmente a sus hijos, pero no podemos dejar que esa noticia nos cambie la emoción. Ni los agoreros que te encuentras por el pasillo y empiezan diciendo "yo no quiero quitarte la ilusión, pero..." Mal vamos. 

Gracias por los consejos, pero ya SÉ que pueden pasar muchas cosas, es más, muchas no, muchísimas, pero también que puedo acabar con un niño en casa. Me he sometido a todos los tratamientos de reproducción que me han propuesto y he salido de la clínica como entré. Miento, peor. Con la ACTH indetectable, aumento de dioptrías y Dios quiera que nada más. Conozco a muchas que según entran logran su embarazo, a pesar de que yo no. Así que gracias, soy perfectamente consciente de que las cosas puedes salir fatal, pero prefiero pensar que pueden salir bien. Además, de alguna manera he resuelto mi cabreo con Dios porque ahora en vez de torturarme con los "¿y por qué yo no?" pienso que no soy una pregunta sin responder, sino una respuesta, y de las buenas: me ha tocado a mí porque alguien tiene que dar una familia a esos niños, y por fortuna para ellos, yo no tengo la necesidad de dejarme el bolsillo y la salud en RA para ser mamá.

Con cuántas personas no tenemos un vínculo biológico y nos adoramos. Ese pensamiento me ha llenado de paz. Ha sido muy liberador dejar atrás los secretos, los pinchazos y la montaña rusa emocional. Estoy feliz por fin después de 3 años y, lo más importante, en calma.

Por eso, cuando el director de una ECAI nos dijo que "Rusia era para valientes" nos decantamos por Bulgaria, porque queremos reducir al mínimo el riesgo. Toca un período de serenidad. Me lo he ganado. Ya he corrido mucho con los tratamientos, ahora toca aquello de "despacito y buena letra". Es curioso cómo esa ansiedad por empezar un nuevo ciclo nada más haber terminado uno ha desaparecido. En mi cuerpo ahora no hay angustia por ser madre, sí un deseo enooooooorme, pero sin ese "tiene que ser ya". Suspiro al escribirlo, debe ser bueno.

instituto madrileño del menos y la familia immf

Total, que me lío como siempre pues, para resumir, me encantó el curso de preparación -ojalá hubiera durado más-, salimos de él con una panda maravillosa de gente con nuestro mismo sueño con los que seguimos en contacto (y estoy segura que nos acompañaremos en los diferentes procesos); me leí La aventura de adoptar, nos fuimos de vacaciones, desconectamos y según volvimos, fuimos al Colegio de Trabajadores Sociales (en la foto, junto al IMMF) a elegir profesional para el estudio psicosocial necesario para que evalúen nuestra idoneidad. ¡Y esta misma tarde viene a casa a conocernos y ver dónde vivimos y cuál será la habitación de nuestr@ peque!

El lunes vamos al Colegio de Psicólogos para lo mismo. 

Estoy nerviosa, pero también ilusionada. Muy ilusionada. Para que os hagáis una idea, yo que me dedico a la imagen, siempre quise hacer un seguimiento de embarazo, ya sabéis, fotos de cada mes para ver cómo crece la barriguita; bueno, pues como esto también es en cierto modo un embarazo, aunque mucho más largo, y no sé si vendrá niño o niña, de qué raza, de qué edad, con qué mochila, etc., pues he empezado con un proyecto bien bonito que consiste en grabar cada día para hacer una película de esta aventura hasta que encontremos a mi@ niñ@, allá donde esté, y sobre todo que lo tenga él/ella cuando empiece a hacerse preguntas. 

La idea ya la tenía, pero tomó forma viendo la película Chef, que no va de nada de esto, en la que usan una aplicación que se llama "1 segundo cada día"  , con la que has de grabarte tan sólo ese tiempo a diario (al ser tan poco ni da pereza ni nada, lo único es recordarlo) y al final obtendrás un metraje con todas las vivencias hasta el día que tu marques como final. Es emocionante. Sé que vendrán bajones. Sé que habrá momentos en los que esta espera de años (¡años!) será insufrible. Sé que nos invadirán las dudas y los miedos, que tendremos que hacerle un hueco en la cama a la incertidumbre, pero también sé que es lo que necesitamos ahora. Que esto supone seguir en la lucha, a la vez que nos concede un tiempo para nosotros. Y lo necesitamos. Necesitamos recuperarnos individualmente y como pareja. Necesito reír todas las lágrimas que he llorado. Necesitamos volver al poner rumbo a nuestra historia y disfrutar del camino, que estábamos centrados en la meta. Ahora vamos a mirar por las ventanillas mientras viajamos, para ver el recorrido y disfrutar también del viaje. 

Y como dicen en la película El exótico Hotel Marigold, "al final todo acaba bien, y si no acaba bien, es que aún no es el final".