viernes, 27 de marzo de 2015

La niña del milagro

La semana pasada tuve la suerte de disfrutar de un puente que me hacía mucha falta, y además lo pasé fenomenal con mis tías, que estuvieron recordando anécdotas de cuando yo era pequeña. 

Cuando me asaltan a golpe de neura los porqués, intento recordar que mi historia no es una cualquiera, y por tanto tiene que estar plagada de peripecias y puntos de giro que hagan más emocionante el guión.

Resumiendo mucho, empecé siendo un superembrión que capeó el temporal de un embarazo adolescente sorpresa. Esto me ayuda cuando me torturo con que si no me he quedado embarazada porque he bebido cerveza, o porque he estado estresada o no he hecho el pino puente en el día D y hora H. NO. Cuando un embrioncillo decide que se queda y está bien, sigue adelante. Punto.

Y cuando me siento poco, floja, nada, me digo a mí misma "¡soy un superembrión!" (que es para verme), y consigo reunir fuerza aunque sea durante un rato.

Al poco de nacer,  un reputado médico aseguró que tenía síndrome de Down, y pasaron en casa angustia durante el mes en el que esperaron los resultados de las pruebas para que mis padres no sufrieran. Hicieron promesas a los cielos a cambio de mi curación. Salió que todo estaba bien y el doctor no daba crédito, y dijo que no podía ser, que era un milagro.

Como repite siempre mi abuelo, ese médico murió llamándome "la niña del milagro", nunca aceptó otra explicación. Por supuesto, podríamos pensar que el hombre se había equivocado y ya está, pero quién no quiere ser un milagrito si puede elegir. :)




No es cuestión ahora de que os relate toda mi vida, pero lo cierto es que todo me cuesta mucho, y si al final llego es porque aunque me queje y patalee mucho, no me rindo y sigo intentándolo aunque tenga que dar terribles rodeos para llegar donde pretendo.

Y desde luego esto es lo que le contaré a mi niñ@, una historia de perseverancia y baches que acaba con el final feliz de encontrarnos, pero sin olvidar los tintes mágicos porque, si queremos, todo puede ser extraordinario, y yo elijo creer en el hilo rojo invisible que nos une y en todo lo demás. 












viernes, 13 de marzo de 2015

Aprendiendo a entenderte

Bueno, Bienve, pues que si todo va bien finalmente un día iremos a por ti y por fin ocuparás tu habitación. No sé qué edad tendrás (dentro de nuestro rango 0-3), pero sí que entenderás búlgaro, tu lengua de origen. Espero de corazón que la historia que te traiga hasta mí sea lo menos fea posible. Por ti, que yo haré con las tripas otro lazo doble como ya estoy acostumbrada. Sea la que sea, te hará permanecer en Bulgaria al menos un año, y en ese tiempo no sé si te hablarán mucho o poco, con más o menos cariño, pero como bebé serás una esponja y empezarás a entender el idioma, y aunque te me asignen cuando aún no sepas hablar entenderás perfectamente el vocabulario básico, como cualquier crío. Y por mucho que esté deseando verte, achucharte y traerte conmigo, la realidad es que te sacaré de tu entorno, y si encima aquí hablamos un lenguaje que no has oído en tu vida igual te asustas más. 

El día que te conozca quiero saludarte y decirte lo bonit@ que eres en tu idioma. Y poder preguntarte u ofrecerte cosas y que nos entiendas.

Por eso voy a aprender búlgaro

Gracias a Inma, a la que seguro que conocerás porque con un poco de suerte hasta viajamos juntos todos a por ti y a por su niñ@, ya tenemos un par de aplicaciones para el móvil y yo ya chapurreo unas cuantas palabritas. ¡Resulta que lo del cirílico no es para tanto!

La primera que abrí fue Fabulo, así, sin anestesia ni nada, y resulta que uno es capaz de aprender términos en un alfabeto desconocido sólo por la memoria visual.


Combino el aprendizaje con Búlgaro 50 idiomas, que también me la pasó Inma. Ella sí que es un alumna aventajada, yo aprovecho cuando grabo en el trabajo, pero no he tenido mucho tiempo últimamente. Eso sí, los otros cámaras alucinan :)


Lejos de ser un engorro me está resultando estimulante. ¡Cómo cambian las cosas cuando las quieres hacer! Es una estupenda forma de entretenerme es esta espera eterna y me hace ilusión, así que es todo bueno.

Inma también me pasó una lista de nociones básicas que encontró y yo le he dado formato y le he puesto dibujines a lo que he podido. Lo comparto por si os sirve.





miércoles, 11 de marzo de 2015

Sesión de fotos de madre en lista de espera de asignación

Ahora sí que sí que estoy OFICIALMENTE EMBARAZADA BUROCRÁTICAMENTE ¡porque estamos por fin en la LISTA DE ESPERA DE ASIGNACIÓN BÚLGARA!

Lo malo es que nos han dicho que hasta 2016 o así no apareceremos porque de momento sólo salen hasta diciembre de 2013, pero que estar estamos, y nos han dado un numerito, acompañado de la fecha de inscripción, que mi madre va recitando a quien menos se lo espera. Pero bueno, hace ilusión estar, sobre todo al saber que es un listado único, en el que estamos todos los futuros papis de todo el mundo. Os enseño una parte, para no atentar contra la intimidad de nadie. Vosotros quizá veis un puñado de fechas y países, yo veo historias de esperanza.



Que nos hayan incluido es este registro significa que han dado el OK a este par de candidatos y que en unos años nos asignarán al fin al churumbel. Sí, unos años, pero ¿acaso los tiburones no se gestan en hasta 42 meses y son el único animal con una banda sonora de poco más de dos notas que te hace estremecer? O los elefantes, que también están "horneándose" como dos años y son super inteligentes. De toda la vida, lo bueno se ha hecho esperar.

Ya sabéis mi cruzada de colorear un poquito este tema de la adopción (uuuuuuh qué yuyu... ha dicho adopción) para el personal que lo ve en gris tétrico y, al igual que haríamos si esperásemos a un hij@ biológico, que lo llenaríamos todo de fotos de la tripa y demás preparativos, pues dije que había que echarse al campo este sábado y retratarse en el globo



Teníais que habernos visto, con nuestra caja del chino forrada con papel pinocho, que no nos funcionaba el disparador y tenía yo que poner el de la cámara (ese que tras 10 segundos dispara) y correr a meterme en el globo. Gente aprendiendo a montar a caballo pasando por detrás y alucinando y los coches pitando y saludando...


De chiste, pero ya tengo fotos para la habitación de "Bienve". Que tenga bien claro cuánto le espero y le quiero ya, sea quien sea.

Queda pendiente repetirlas con una luz más bonita y si es posible con alguien apretando el botón en vez de tenerme corriendo de un lado a otro, pero de momento me valen. Me da mucha alegría verlas, no puedo evitar reírme con estas ocurrencias.

Es curioso que este blog empezó siendo anónimo, pero cuando uno se va quitando complejos y costras ya no importa tanto nada (aunque echaré de menos despotricar en ciertos momentos como lo hacía), así que me podéis ver también en movimiento ahora.


Parece mentira cómo puede hacer tanta ilusión un número en una lista.

miércoles, 4 de marzo de 2015

Baba Marta o la llegada de la primavera en Bulgaria

Tenía muchas ganas de contaros una tradición búlgara que he conocido, pero ando con el tiempo a cuentagotas últimamente, que no es falta de ánimo ni de ganas. Necesito que llegue el fin de semana para ponerme al día con mis blogs (los que escribo y los que leo, que sigo muchas historias y no quiero dejar de acompañaros como hacéis con nosotros).

¡Bueno, al lío! Gracias a un grupo de Facebook de adoptantes en Bulgaria, he descubierto que el 1 de marzo se celebra Baba Marta, que se traduce como "Abuela Marzo" o "abuela Marta". Los búlgaros consideran que este mes es femenino, por su carácter cambiante, preludio de la primavera, y que depende del humor de la Abuela que haga sol o no.
Para complacerla, se confeccionan las martenitsas, adornos de lana roja (que simboliza la sangre, la amistad, el calor) y blanca (para la pureza y la luz), que se regalan a familiares y amigos con los mejores deseos, como salud y suerte.

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Se lucen como broche, en la solapa o como pulsera, y -atención- hay que llevarlos hasta que se vea una cigüeña (yo lo llevo, claro! :D ). Si no se produce el avistamiento, entonces hasta el último día del mes de marzo. Cumplida la misión, se colgará en un árbol en flor como símbolo de fertilidad (de lo nuevo que comienza), para que sea productivo todo el año.

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Las más típicas son las borlas o las pulseritas, aunque también se hacen muñecos que se llaman Pizho (Пижо,el chico, de blanco) y Penda (Пенда, la chica, de rojo).

Por lo visto, los búlgaros regalan estos amuletos a diestro y siniestro y puedes llegar a juntarte con un montón.


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La pena es tener que deshacerse de ellos. Eso sí, ¡menuda estampa crean!

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Y claro, de no tener ni idea de esta festividad a comprobar que hay un universo Baba Marta ahí fuera...



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Comprenderéis que tenga que dejaros. Voy corriendo al chino a por lana roja y blanca. :) (Ya sé yo que hay una abuela por ahí que se va a poner a hacer martenitsas...)
Ah! y ¡Chestita Baba Marta! (¡Feliz Baba Marta!)